La mayoría de los niños desafían algunas veces los deseos de sus padres. Esto es parte del proceso de crecimiento y pone a prueba las normas y expectativas de los adultos. Es una manera en que los niños aprenden y se descubren a sí mismos, expresan su individualidad y logran un sentido de autonomía. A medida que extienden sus alas independientes y entran en conflictos menores con sus padres, descubren los límites de las normas de sus padres y de su propio autocontrol.
A veces, sin embargo, estos conflictos son más que perturbaciones ocasionales y se convierten en un patrón de cómo interaccionan los padres e hijos. La desobediencia puede tener una variedad de causas. A veces, se debe a expectativas irracionales de los padres. O podría relacionarse con el temperamento del niño o con problemas escolares, estrés familiar o conflictos entre sus padres.
Cuando se tiene un hijo muy desobediente, examine las posibles fuentes de su conflicto interno y rebeldía. Si ha sido un patrón persistente que ha continuado en la niñez intermedia, evalúe detenidamente su propia situación familiar:
Si su hijo ha comenzado a demostrar falta de respeto y desobediencia recientemente, dígale que ha notado una diferencia en su comportamiento y que siente que no es feliz y que tiene dificultades. Con su ayuda, trate de determinar la causa específica de su frustración o malestar. Este es el primer paso para ayudarle a cambiar su comportamiento.
Si reacciona al mal comportamiento de su hijo explotando o perdiendo el control, él responderá con desobediencia y falta de respeto. Por el contrario, será más obediente si usted mantiene la calma, coopera y es coherente. El niño aprenderá a ser respetuoso si usted es respetuoso con él y con otros miembros de la familia. Si se vuelve desobediente y está fuera de control, imponga una pausa hasta que se calme y recupere el autocontrol.
Cuando su hijo es obediente y respetuoso, felicítelo por ese comportamiento. Recompense el comportamiento que desea obtener, incluyendo la cooperación y la resolución de desacuerdos. Estos esfuerzos positivos siempre serán mucho más exitosos que el castigo.
Es probable que algunos niños desobedientes necesiten obtener ayuda profesional. A continuación se indican algunas situaciones donde el asesoramiento externo puede ser necesario:
Si las relaciones dentro de su familia muestran señales de dificultad y falta de cooperación, se debe recomendar la terapia familiar. Cuando trata de resolver estos problemas a una edad temprana, puede minimizar e incluso evitar problemas más serias que pueden surgir a medida que los niños llegan a la adolescencia. El secreto es la identificación y el tratamiento temprano.
FUENTE: HEALTHY CHILDREN