Si la irregularidad no mejora a los 4 meses, es posible que el médico de tu bebé le prescriba un casco corrector para ayudar a darle forma a su cabeza. El casco ayuda a un crecimiento guiado, al mantener el contacto con todas las áreas de la cabeza del bebé excepto con la parte plana.
Los cascos correctores son más efectivos cuando se inicia el tratamiento a los 4 o 6 meses, cuando el cráneo aún es moldeable y el cerebro está creciendo rápidamente. Para que sea efectivo, el casco debe usarse 23 horas al día durante el periodo de tratamiento — por lo general varios meses. El casco se ajusta con regularidad — a veces semanalmente — mientras la cabeza del bebé crece y cambia de forma. No es probable que el tratamiento con un casco corrector funcione después del año de edad, cuando los huesos del cráneo se fusionan y el crecimiento de la cabeza es menos rápido.
Sin embargo, la investigación reciente sugiere que, en muchos casos, el reposicionamiento con o sin terapia física puede ser tan efectivo como la terapia con casco.
En ocasiones, un problema muscular no diagnosticado — como la tortícolis — provoca que el bebé mantenga su cabeza inclinada hacia un lado. En este caso, la terapia física es importante para ayudar a estirar los músculos afectados y permitir que el bebé cambie la posición de su cabeza con más libertad.
En raras ocasiones, dos o más de las placas óseas en la cabeza del bebé se fusionan prematuramente. Esta rigidez hace que otras partes de la cabeza pierdan su forma mientras el cerebro crece. Esta enfermedad, conocida como craneosinostosis, por lo general se trata durante la infancia. Para darle al cerebro el espacio suficiente para crecer y desarrollarse, los huesos fusionados deben ser separados con cirugía.
Recuerda, la mayoría de los casos de irregularidad en la forma de la cabeza del bebé se resolverán por sí solos. Si te preocupa la forma de la cabeza de tu bebé, consulta a su médico.
Fuente: Clínica Mayo