¿Cómo prevenir dificultades en la lactancia?

La lactancia materna posee beneficios sobresalientes para el crecimiento del bebé. Lo protege contra enfermedades así como favorece su desarrollo emocional, psicomotor, intelectual y social.

Por ello este artículo tiene como finalidad incluir conceptos claves para la prevención de posibles dificultades y favorecer el buen desarrollo de la lactancia materna.

La primera puesta al pecho

En estos últimos años está cada vez más difundido el concepto sobre la importancia de favorecer el contacto temprano y prolongado entre la madre y el recién nacido.

Se ha descubierto que durante las primeras dos horas después del parto, el bebé atraviesa un máximo nivel de alerta en el cual su reflejo de búsqueda y succión está en su pico más alto. Facilitar al bebé la puesta al pecho en este período de tiempo favorece la correcta prendida y a la lactancia en general.

Este contacto temprano también facilita la comunicación e interacción madre-hijo y colabora en el establecimiento de un mayor vínculo de apego.

La prendida correcta del bebé al pecho materno

Para poder prevenir el enrojecimiento y la formación de grietas en los pezones es muy importante que las mamás estén atentas de lograr una correcta prendida del bebé al pecho, teniendo en cuenta que:

*La paciencia es importante al momento de atravesar las primeras puestas del bebé al pecho materno, ya que serán momentos de ensayo y error en los cuales mamá y bebé se empezarán a conocer y aprenderán juntos los detalles del funcionamiento de la lactancia

*Resulta beneficioso que la madre esté cómoda y en una posición relajada al momento de amamantar

*Es fundamental que el bebé esté con la boca bien abierta cuando es acercado al pecho para lactar

*Una vez prendido al pecho el mentón del bebé debe quedar bien apoyado en la mama

*Más allá de la posición elegida para dar de mamar es muy importante que el cuerpo del bebé esté todo enfrentado y en contacto con el cuerpo de la madre

Mas datos para cuidarse: ALAS

ALAS es una sigla usada en Puericultura para hacer referencia a los cuidados naturales para la higiene y la protección de los pezones que también colaboran en la prevención y mejoría de irritaciones y grietas.

AGUA – LECHE – AIRE –  SOL

Agua: para la higiene de los pezones, sin jabón ya que este quita la protección de grasa natural de la piel y los pezones pueden agrietarse con mayor facilidad

Leche: la leche que produce cada madre es un humectante y epitelizante natural fabricado por el cuerpo. Es recomendable usarla como si fuera una emulsión, colocando una gota de calostro/leche (extraída manualmente) sobre la punta y los costados del pezón cada vez que se termina de dar de mamar al bebé

Aire: mantener los pezones bien aireados y evitar el exceso de humedad en la zona, ayuda a prevenir y aliviar el enrojecimiento y las grietas

Sol: tomado en forma cuidadosa, quince minutos diarios de sol antes de las 11:00hs o después de las 16:00hs cicatriza las grietas y fortalece la piel de los pezones

Bajada de leche y congestión mamaria

Entre el 3er y 5to día después del parto se desencadena en la madre el proceso de bajada de leche. Momento en el cual la primera leche llamada calostro (de consistencia amarillenta, espesa y pegajosa), empieza a transformarse dando paso a la segunda leche llamada de transición que es más blanca y liviana.

La madre sentirá los pechos cargados, calientes y turgentes. Puede incluso sentir malestar general.

Con el fin de prevenir y aliviar la congestión mamaria vale la pena tener en cuenta durante este período:

– Dar de mamar en forma frecuente al bebé evitando así que los pechos se carguen en forma exagerada

– Si los pechos están sobrecargados antes de la toma, es aconsejable masajearlos y luego extraerse manualmente los primeros chorritos de leche para que el bebé tenga mayor facilidad en la prendida

– Una vez culminada la mamada controlar que los pechos no sigan cargados y si lo están repetir la extracción manual hasta sentirlos aliviados

– No utilizar sacaleches durante los días de bajada de manera de no sobreestimular la producción de leche

– La duración de los síntomas de este proceso es de aproximadamente de 7 días

Paula Liwski Puericultora Psicopedagoga Especializada en Crianza