Cólico, llanto e irritabilidad

¿Qué causa el cólico? Encarando la gran pregunta.

¿Qué causa el llanto, irritabilidad y cólico de los bebés? Los doctores e investigadores tienen diversas teorías:

·      Una creencia común de los expertos es que el cólico, llanto o irritabilidad del bebé podría estar relacionado con el sistema digestivo del bebé. El alimento se mueve muy rápidamente a través del sistema o no es digerido en su totalidad. Puede tratar de cambiar la fórmula para ver si esto ayuda. Hable con su pediatra acerca de los síntomas de su bebé y las opciones de fórmula que pueden ofrecer alivio al tiempo que brindan una nutrición completa

·      La investigación observa que los infantes con padres que fuman tienen un mayor riesgo de cólico (otra buena razón para renunciar a este hábito).

·      Las madres con antecedentes de migrañas tuvieron una probabilidad de más del doble de tener bebés que sufrían de cólico que las madres que no tenían migrañas. Se piensa que el cólico podría ser un síntoma temprano de una migraña en infantes, por lo que reducir la estimulación para su bebé — apagar las luces, eliminar los ruidos fuertes — podría ayudar.

·      En algunos casos, los síntomas persistentes de cólico podrían relacionarse con una alergia a la leche de vaca.  Si hay otros síntomas simultáneos como diarrea, vómito o prurito, deles seguimiento con el doctor de su bebé.

·      Algunos expertos piensan que el cólico es un rasgo normal de la personalidad temperamental y que es sólo que a ciertos bebés les toma un poco más ajustarse a la vida fuera del vientre.

El llanto excesivo es temporal — Sea cual sea la causa

Los investigadores concuerdan en que: los bebés superan el cólico, llanto e irritabilidad.

Cólico:

·      Generalmente inicia cuando él bebé tiene de 3 a 6 semanas de edad

·      A menudo termina cuando él bebé tiene 3 a 4 meses de edad

Por lo tanto, recuerde que el cólico es sólo una fase. Mientras tanto, intente utilizar estos consejos para calmar a su bebé:

·      Asegúrese de que no tenga demasiado frío ni calor.

·      Asegúrese también de que no tenga hambre; si no tiene, no lo sobre alimente.

·      Hágalo eructar a menudo.

·      Frote su espalda y salga a caminar con él.